Dos lados de Tiritaña
En el pueblito de Tiritaña, todo el tiempo la tierra es verde y fértil. Esto es porque cada día el cielo es gris y las nubes lloran lágrimas gigantes. A la lluvia no les molestan los ciudadanos de Tiritaña. Ellos están muy contentos en su pueblo. Debido a la lluvia, tienen mucha comida. Tiritaña tiene un gran campo y ellos producen su propia comida. Las tormentas producen palmas verdes con hojas duras. Las hojas son perfectas para construir los hogares. Las hojas son impermeables y perfectas para el clima de Tiritaña. Todo el tiempo el aire tiene el olor dulce de la lluvia.
Pero esta es la historia, una vez, las nubes fueron personas también. Ellas vivían en el pueblito pero se quejaron porque no les gustaba la lluvia. No quieren producir su propia comida, eran perezosos. Gemían a Dios sobre sus vidas. Nunca estaban contentos. No agradecían la bendición de la lluvia. Ellos le molestaban a Dios. Dios estaba enojado y por su castigo ellos fueron convertidos en las nubes. Ahora son grises y se llenan de lluvia por el resto del tiempo. Ellos miran las personas contentas y lloran. Ellos lloran las lágrimas que son esenciales para la vida perfecta. Ahora las personas cantan palabras de gracias y las nubes están mudas.
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